¡Santo padre! Si "Friends" fue el producto televisivo que mejor representó la amistad (o al menos el que lo hizo con mayor éxito) en los años noventa, el momento que atraviesa uno de sus protagonistas dista por completo de ese sentimiento.
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Matthew Perry o podemos decir "Chandler", se encuentra viviendo en la habitación de un hotel de Nueva York, en donde paga 7 mil dólares la noche y solo sale de noche para ir al bar del lobby a tomar tragos. ¡Pobre!
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Así lo informa el sitio Radar Online, un sitio especializado en la información relacionada con las celebridades de Hollywood. El año pasado, Perry tuvo que ser operado de urgencia por una "perforación gastrointestinal". Y una vez que salió de la clínica, decidió hospedarse en este costoso hotel, del que no trascendió su nombre.
Según cuenta el medio periodístico, Perry está encerrado en su habitación durante todo el día, y solo sale de su cuarto para ir a la clínica a cumplir los controles médicos o fumar algún cigarrillo. "Nadie lo reconoce, está hecho un desastre comparado con la imagen que la gente pueda recordar de él", reveló una fuente. Decidido a pasar una prolongada estadía en el lugar, compró una tele de pantalla gigante que hizo instalar en su improvisado "hogar".
Lo preocupante del caso es que todo apunta a que Matthew volvió a recaer en su vieja adicción por el alcohol. Se lo ve frecuentemente en el bar del hotel, donde pasa varias horas y deja pasar el tiempo tomando "los tragos más duros".
El actor reconoció en distintas oportunidades tener un problema con la bebida, situación que se agravó con el éxito de la serie.
También dijo que iba a las grabaciones con resaca, y que no recuerda con claridad una época de la producción, más precisamente entre las temporadas 3 y 5 de la ficción.
En 1997, luego de sufrir un violento accidente en una moto de agua, comenzó a tomar Vicodin, un fármaco del que también se hizo adicto.
Según el relato de Matthew, la popularidad de la serie comenzó a afectarlo psicológicamente, cayendo en profundos pozos depresivos.
Se llegó a internar
Para recuperarse, se internó en tres oportunidades distintas en clínicas de rehabilitación. Luego de su última salida, Perry decidió abrir su casa en Malibú como un espacio de encuentro para víctimas de adicciones.
Todo parecía ordenarse para Matthew, incluso recibió un reconocimiento en la Casa Blanca, pero esta nueva realidad, solitaria y triste en Nueva York, parece ser un paso hacia atrás en su lucha.